Nuestros Objetivos



Nuestra agrupación tiene, como objetivo principal el crear un espacio de acogida y orientación a personas que busquen familiares que hayan sido entregados en adopción de forma legal o ilegal, sin importar la circunstancia ni el año; porque estamos segur@s de que todos los seres humanos tenemos el derecho fundamental a la identidad biológica, cultural, de origen y en todas las formas posibles.

Teniendo eso en mente, creemos que es fundamental para la garantía de ese derecho el promover un diálogo que apunte a la creación de normas estatales que garanticen los derechos consagrados por la constitución vigente y los Tratados Intencionales de Derechos Humanos en materia de identidad y derecho a conocer los orígenes, a los que Chile se ha suscrito.

Derecho a la Identidad


Con estos gigantes objetivos, trabajamos con mucha dificultad en visibilizar los casos que llegan en busca de ayuda y, por otra parte, trabajamos incansablemente por la restitución de las vulneraciones al Derecho a la identidad, porque esta privación pone a las personas en situaciones y problemáticas que hacen muy difícil el que pueda disfrutar de sus otros derechos relacionados.

Tomando en cuenta lo anterior, no es difícil comprender que resulta fundamental apuntar directamente a la responsabilidad que tiene el Estado en garantizar este derecho; en primer lugar, en lo concerniente a la identificación de todos los chilenos y chilenas al nacer; así como también, en los casos en los que existió alteración o supresión de esa identidad. Por esto, es fundamental la creación de mecanismos y las herramientas que estén puestos al servicio de la ciudadanía para facilitar la obtención de la verdad material: Test de ADN, búsqueda de documentación, y que esta sea puesta de forma accesible, etc., ya que, sin esta evidencia resulta imposible que este derecho sea garantizado.

Una violencia que debe ser reparada


Los organismos públicos fueron creados con el fin de ser la instancia inmediata a la que acude un ser humano cuando fueron vulnerados sus derechos y el Estado ha fracasado sistemáticamente en esa tarea, particularmente con las mujeres, y especialmente en los casos que son materia nuestra. Por eso nos encontramos colaborando en estos casos. Para brindar una cara amable, libre de prejuicios y críticas, lleno de solidaridad y cariño, además de contención y orientación a esas mujeres que fueron víctimas porque eran vulnerables y no tenían redes de apoyo. Estamos hablando de mujeres pobres y solas que quedaron embarazadas en una época en la que era aún más cruel y atroz con las mujeres la sociedad en la que vivimos. En muchas oportunidades, estas mujeres fueron convencidas a fuerza, con presión familiar, eclesiástica y política para que pusieran a sus bebés en adopción, o buscaban mujeres en una situación de pobreza extrema y con más hijos. A esas mujeres les ofrecían una cantidad de dinero imposible de rechazar para alimentar al resto de sus hijos a cambio del fruto de ese vientre. Así también las convencían de que eran incapaces de criar por edad o ignominia y les aseguraban que era un gesto de amor para brindarle un mejor futuro al hijo de la ignorancia, la pobreza o la vergüenza. Cuando las mujeres no cedían a la voluntad impuesta a punta de argumentos macabros y crueles, entonces eran convencidas de que sus bebés fallecían al nacer, con el objetivo de que convencerlas de que lo sucedido en el episodio del parto era completamente irreversible. Pero estas mujeres jamás pudieron cerrar el ciclo por no ver el cuerpo inerte de sus hijos ni tener un lugar donde ir a dejarle flores.
Las mujeres importábamos tan poco que no se calculó el sufrimiento, el costo vital perpetuo, la búsqueda detrás de cada rasgo de cualquier persona que más o menos tenga la edad del bebé perdido esperando que un mentón partido, un lunar, una margarita sea la evidencia de que ese hijo no murió en el parto y que es posible volver a verlo o verla. En algunos casos, incluso ver esa cara por primera vez.
Nadie pensó en la culpa y el remordimiento que sentían esas mujeres por haber sido víctimas; nadie pensó en esas mujeres que, solas, celebraban un cumpleaños más en la familia con llanto ahogado y sin poder compartir ese dolor.
Para ellas estamos. Y también estamos, indudablemente, para todos quienes se vean involucrados en este tipo de historias y consideren que pueden contribuir a la reconstrucción de la verdad, que es siempre tan reparadora.

¿Cómo ayudar?


Las necesidades de las personas afectadas por esta problemática son múltiples y variadas. Hay numerosos obstáculos y burocracia infinita a la hora de buscar información, sobre todo médica, de las mujeres en el momento de sus partos. No hay registros digitalizados de documentos antiguos y en algunos casos la información fue destruida en términos físicos luego de que cumplieron una determinada cantidad de años. En los casos en los que la información existe, no hay personal destinado a esas funciones y las madres no son autorizadas para buscar en registros médicos; por lo tanto es imposible acceder a esos documentos sin la buena voluntad y el sacrificio de tiempo de alguna persona con acceso.

Resulta fundamental mencionar que se existen dos clasificaciones o grupos dentro de los casos de adopción: 

Procesos de adopción regulares 
Procesos de adopción irregulares o casos de niños y niñas "apropiados".

Estos últimos son aquellos hijos o hijas que no pasaron por un proceso legal de identificación adoptiva por lo tanto no tienen un expediente de adopción, apareciendo en todos registros de los organismos públicos como hijos biológicos de sus padres adoptivos.

Además, existe otro factor a clasificar. Se trata de las personas que fueron adoptadas o apropiadas por familias chilenas y, aquellas adoptadas o apropiadas por familias extranjeras, y que desarrollaron su vida y tienen residencia fuera del territorio chileno. Esta distinción es impotantísima en la búsqueda  ya que la legislación vigente en materia de adopción y búsqueda de orígenes es diferente en cada país, según sea el caso.

Con el correr del tiempo, nuestra agrupación ha podido identificar algunas de las principales necesidades de las personas adoptadas/apropiadas, en relación a su deseo de conocer información sobre sus orígenes biológicos y/o contactar a algún integrante de su familia biológica. Esta necesidad se muestra transversalmente en todas las personas que han acudido a nuestra agrupación pidiendo ayuda,
independientemente de su identidad sexual, religión, condición socio-económica, convicción política, edad, nivel educacional, etc. ya que en nuestra agrupación acogemos a todos y todas las que nos necesiten, para lograr  completar el primer capitulo de sus historia, saber las razones por las cuales fueron dadas en adopción, saber sus apellidos de origen, conocer las posibles enfermedades congénitas hereditarias presentes en las familias biológicas, saber y conocer a sus ascendientes y hermanos, entre otras razones que motivan sus búsquedas. Y esperamos seguir recopilando y documentando información para aprender y entender cómo reparar tanto sufrimiento, cómo buscar la verdad de manera eficiente, respetuosa y cariñosa y cómo ser una red de apoyo, con especial atención en las mujeres que fueron víctimas.


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